sábado, 15 de agosto de 2015

DOS OREJAS PARA HÉCTOR GABRIEL Y UNA PARA JAVIER CASTRO EN LA PLAZA DE TOROS ARROYO
  • Se lidian dos buenos novillos de El Batán y uno de Julián Hamdan

Se llevó a cabo en la plaza capitalina de Arroyo la segunda novillada correspondiente a esta sede en el marco del certamen Descubriendo un Torero, donde un encierro integrado por astados de diversas ganaderías permitió que el público disfrutara del toreo de los jóvenes diestros del cartel y donde a la postre resultaron triunfadores el poblano Héctor Gabriel que cortó dos orejas y el hidrocálido Javier Castro que se llevó una.
Valiente y con clase lució Javier Castro ante el abre plaza que correspondió a la ganadería de Brito y al que recibió con lances de calidad. Tras los puyazos le realizó un ceñido quite por gaoneras.
Ya con el público convencido de su valía, ejecuta una faena meritoria, con pasajes de calidad ante el astado que se fue refugiando en el terreno de tablas. A pesar que el novillo tenía guasa por el pitón izquierdo, el de Aguascalientes no evitó torearlo por ahí. Logró naturales estupendos pero el burel lo prendió y le hizo girones la taleguilla. Pasó momento de angustia al quedar prendido de una hombrera y ser zarandeado por el toro.
Javier se repone de esa tremenda voltereta y regresa para seguir toreando en tandas donde tuvo que tragar con el peligro inminente de sufrir una cornada. Tras una estocada corta un apéndice de peso.
El segundo toro fue la ganadería de El Batán, de bellas hechuras, además mostró nobleza y recorrido. Se llamó “Zapatito”, número 20 con 354 kilos de peso. Sin duda el mejor de la sesión por lo que a la postre recibió arrastre lento y fue el ganador de concurso de ganaderías. Ante este novillo Jorge Salvatierra sólo apuntó detalles y  lo pasó mal con la espada. Escuchó un aviso.
El tercer burel también fue de El Batán, de corte diferente en su anatomía pero con transmisión y empuje. Correspondió a Santiago Romero que lo recibió de rodillas en los medios con una larga cambiada.  A lo largo de su faena conectó con el tendido que se mantuvo atento de su proceder.  Se puso pesado al oficiar con el acero y recibió dos avisos.
Héctor Gabriel se conjuntó con un novillo de Julián Hamdan que se arrancó de largo y con alegría en dos ocasiones ante el picador, por lo que recibió mención honorífica, y como el diestro poblano lo entendió, ambos regalaron una estupenda sesión de tauromaquia. Héctor se dejó sentir desde el capote y con la muleta llevó a cabo una labor con planteamiento, seguridad y buenas maneras que remató al primer viaje de un tercio de estocada que fue suficiente para hacer rodar al novillo y que se le otorgaran dos orejas ante la petición mayoritaria.






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